sábado, 6 de noviembre de 2010

CADENA TROFICA Y RED ALIMENTICIA


Una red alimenticia es un conjunto de cadenas alimenticias. Esto implica que una misma especie puede estar en más de una cadena alimenticia.

                                                                              RED ALIMENTICIA


                                                                                    CADENA TROFICA

jueves, 4 de noviembre de 2010

BIODIVERSIDAD


 
Flora y fauna
Arrecife de coral, en Santa Lucía.
La flora del mar Caribe presenta una gran biodiversidad. Se estima que el Caribe tiene 13.000 especies de plantas y que más de 6.500 de éstas son endémicas.[31] Algunas de las plantas que se pueden encontrar son el aceituno que se ubica principalmente en República Dominicana, el caimito que se extiende por toda la región Caribe, el guayacán (flor nacional de Jamaica),[32] la ceiba (árbol nacional de Puerto Rico y Guatemala) y la caoba (árbol nacional de República Dominicana).[33]
Fauna acuática del mar Caribe, en Venezuela.
La fauna del Caribe es característica de clima subtropical, principalmente influida por las corrientes marinas calientes, es endémica en un 42% de sus especies.[34] Existen cerca de 450 especies de peces[35] entre las que se pueden mencionar la barracuda, el mero, la morena y diversas familias de caracinos.[34] También se contabilizan 600 especies de aves,[31] 155 de ellas endémicas[36] como las cortacubas (especie endémica y una de las más antiguas del Caribe); la mayoría de las especies de aves son migratorias como el canario del manglar y la garcita verde. De acuerdo con Bidlife International en el 2006 habían 29 especies de aves en peligro de extinción en Cuba y dos oficialmente extintas.[37] Especies de aves como la amazona puertorriqueña, la yacutinga y la paloma sabanera se encuentran en peligro de extinción.
Existen 500 especies de reptiles en el Caribe, de las cuales el 94% son endémicas[31] como la iguana verde y la iguana azul, endémica de la isla Gran Caimán (ambas en peligro de extinción), la iguana de Mona, endémica de la isla de Mona (Puerto Rico), la iguana rinoceronte propia de República Dominicana, y el cocodrilo americano extendido por las islas del Caribe, Centroamérica y el norte de Sudamérica (en peligro de extinción), así como diversas especies de tortugas marinas como la carey.
Existen 170 especies de anfibios endémicos en el Caribe[31] y de acuerdo con el informe de la evaluación anfibia global, en el 2004 más del 80 % de los anfibios estaban amenazados en República Dominicana, Cuba y Jamaica, y el 92 % en Haití.[38] Especies como el coquí dorado se encuentran en grave amenaza de extinción.
Se contabilizan 90 especies de mamíferos en el Caribe,[31] dentro de los mamíferos nativos se pueden mencionar el delfín, el manatí, el almiquí (endémico de las Antillas) y diversas especies de murciélagos, y la ballena jorobada como especie migratoria. Otras especies como la foca monje del Caribe se han extinguido durante los últimos siglos por la acción directa del hombre.[39] En los últimos 1.500 años se extinguieron el 90% de los mamíferos de las Antillas.[36]
[editar] Ecología
En el Caribe se encuentra un 9% de los arrecifes de coral del planeta cubriendo cerca de 20.000 millas cuadras, muchas de ellas localizadas fuera de las islas del Caribe y la costa de Centroamérica.[40] Entre ellos se destaca la Barrera del Arrecife de Belice, con una superficie de 96.300 ha, la cual fue declarada patrimonio de la humanidad en 1996,[41] hace parte del Gran Arrecife Maya (también conocido como Sistema Arrecifal Mesoamericano), que con más de mil kilómetros de extensión es el segundo más grande del mundo,[42] [43] cubriendo las costas en el Caribe de México, Belice, Guatemala y Honduras.[44] Actualmente las corrientes de agua caliente están poniendo en peligro los arrecifes de coral del Caribe. Los arrecifes de coral mantienen algunos de los más diversos hábitats en el mundo, pero son

miércoles, 27 de octubre de 2010

COBERTURA

Cobertura
MEDUSAS
No es corriente en nuestros mares la existencia de esponjas o especies coralinas que ocasionen lesiones en la piel, sin embargo tenemos gran cantidad de hidroideos o celentéreos, especies a la que pertenecen las medusas, actinias y anémonas. Las medusas son animales marinos que ocupan grandes extensiones de mar y son transportadas por las corrientes marinas. Su defensa natural se lleva a cabo a través  de su nematocistos (especie de jeringuillas biológicas de las que están dotados) y con la que  inyectan sustancias muy molestas y urticantes para nuestra piel. Este animal nunca ataca, sólo produce lesiones si se pone en contacto con nuestra piel por accidente.  Causa unas lesiones en forma de “edemas” o gran inflamación junto con prurito o sensación de intenso picor, y posteriormente se forman unas vesículas o ampollas de coloración violácea muy dolorosas. El peligro de infección es alto.
EL ERIZO DE MAR (Paracentrotus lividus)
El erizo de mar es un invertebrado marino formado por un sólido caparazón cubierto de púas. No conocemos que los erizos de nuestras costas tenga veneno en sus púas, las lesiones que provocan son muy molestas porque al ser muy frágiles dichas púas se parten y se quedan incrustadas en nuestra piel. No produce lesiones graves pero si, como decimos, muy molestas.
Métodos preventivos
Evitar bañarse en zonas donde abunde esta especie, suele habitar en fondos rocosos, en todo caso usar calzado adecuado, y sobre todo no meterse en playas con aguas turbias sin conocerlas previamente.
ARAÑAS DE MAR (trachinus draco)
Este pez es muy conocido entre los pescadores, pero como ninguno nacemos sabiendo y algún día hemos empezado a pescar por primera vez damos estos consejos, aunque para algunos sean ya conocidos.
Como muchos sabemos, la araña de mar es un pez que vive en las playas y fondos arenosos de poca profundidad

Suele acercarse mucho a la costa, sobre todo por las noches, enterrándose en la arena, y dejando sólo los ojos al descubierto, por lo que debido a este camuflaje, es de difícil localización. A veces ataca sin provocación, pero sobre todo lo hace si la llegamos a pisar por accidente. A diferencia de las arañas los rascacios viven en fondos rocosos y no suelen atacar, mas bien son huidizos. Sólo si son hostigados se defienden.

El veneno un gran dolor en la zona afectada,  inflamación que se va extendiendo por toda la zona donde se localiza la picadura, pudiendo durar varios días. El dolor alcanza su punto álgido entre una hora y hora y media después de la picadura. Puede llegar a necrosarse y a infectarse, quedando en algunos casos dolores residuales.
Un dato a tener muy en cuenta es que el veneno que nos inyectan este tipo de bichos es conocido como “termolábil”, es decir que con calor podemos combatirlo, por lo que una de las medidas mas eficaces es sumergir el miembro o zona afectada en agua caliente (sobre 45º) durante 1 hora u 1,30 horas.
CHUCHOS   (Dasyatis pastinaca) (no confundir con rayas)
El chucho o escarzana, es uno de los animales marinos más peligrosos, poseen un auténtico arpón en su cola, cuyo borde dentado es de fácil introducción pero de difícil salida. No es fácil encontrarlo en la orilla por lo que los accidentes con bañistas son muy raros, habita fondos arenosos y poco profundos.
No ataca sin razón, pero si por alguna razón le molestamos lanza un latigazo con su cola y nos puede clavar su aguijón. Este tiene un tóxico local  puede desgarrar la piel e infectar la zona. Su tratamiento es muy similar al explicado con  las arañas. Habitan de un lugar a otro

FRECUENCIA

Frecuencia
                            
Sabéis que los tiburones llevan en la Tierra desde antes que los dinosaurios y que los mamíferos terrestres? Y han sobrevivido desde entonces. Hemos tenido que ser los hombres, y los pescadores españoles están teniendo un desagrable protagonismo, los que los estemos poniendo en peligro de extinción
  • Tiburones cornudos o sueños (ejemplo, Heterodontus japonicus), costeros y bentónicos que emplean sus fuertes dientes molariformes para comer moluscos.
  • Tiburones de gorguera (ejemplo, Chlamydoselachus anguineus), abisales de cuerpo alargado, anguiliforme, y con dientes conformados como anzuelos de pescar.
  • Angelotes o peces ángel (ejemplo, Squatina dumerili), bentónicos y de forma aplanada que externamente se parecen más a rayas que a tiburones, pero que anatómicamente son tiburones.
  • Zorros marinos o peces zorro (ejemplo, Alopias vulpinus), grandes formas pelágicas que a veces navegan en parejas y aturden peces menores azotándolos con su larga cola parecida a un látigo.
  • Otros dos tipos de tiburones son los tiburones sierra (como Pristiophorus nudipinnis), que recuerdan a los peces sierra por su hocico alargado y plano, bordeado de dientes, y los peces o tiburones martillo (como Sphyrna tiburón, el lancetón), nombre que alude a la estructura cefálica que corresponde a los pedúnculos que separan los ojos de la cabeza
Todos los tiburones, excepto el Tiburón TORO y el Tiburón del GANGES viven en agua salada.

En el caso del tiburón Martillo, este, puede sorprender a sus presas (gracias a su contra coloración , que le sirve de camuflaje ) en donde se confunden o mezclan las aguas dulces de los ríos con las aguas saladas del mar .

Soy bióloga Marina, Suerte.

Disculpa, olvide de nombrarte al tiburón SARDA, este tiburon remonta el Rio Amazonas , " agua dulce " ( aunque también es habitual de las aguas poco profundas de Florida, alli , las aguas son mas claras y puede visualizar mejor a sus presas) y no solo es el responsable de muchas muertes de seres humanos , sino que tambien tiene serios combates con los cocodrilos a los que puede destrozar de unas pocas dentelladas .
Son muchos los animales que realizan migraciones, es decir, desplazamientos periódicos de un hábitat a otro. El tipo de migración que efectúan es distinto en aves, peces como el salmón, anguilas, langostas y mamíferos. En el caso de los movimientos masivos de algunos animales, que se producen con intervalos de pocos años, suelen llamarse emigración o invasión
Toda migración implica un movimiento activo de parte del individuo migrante, a menudo durante muchos días. Los animales más pequeños, como los del plancton, los anfibios y las langostas, aprovechan las corrientes de agua o aire, mientras que las aves aprovechan los vientos alisios y las corrientes de aire ascendentes.
La migración cumple distintas finalidades. Hay especies que lo hacen para alejarse de inviernos en extremo rigurosos o veranos tórridos; otros lo hacen buscando un lugar apropiado para su reproducción, o para huir de sus depredadores; otras especies lo hacen para procurarse alimentos. Y en algunos casos, las migraciones masivas pueden deberse a la superpoblación, aunque es una presunción no demostrada: es el caso de los lemmings, que se lanzan en masa al océano, a un acantilado o a un río donde perecen en grandes cantidades. Desde luego, los animales, ni siquiera los más inteligentes, tienen conciencia de lo que es el suicidio, y lo que se ha interpretado como suicidio animal colectivo sólo parece ser un deseo compulsivo de emigrar sin tener idea de que esa migración puede terminar en muerte


ESTRATIFICACION

LA SAGAZ observación de los científicos ha determinado que los seres que se agitan y se mueven en el seno de las aguas del mar, o son arrastrados por sus vaivenes y corrientes, son de muy distinta índole y aspecto que aquellos otros que reposan en el fondo, se arraigan y se fijan en él, o caminan o nadan a poca distancia del suelo submarino. Estos cambios que sufren los organismos marinos tanto en su estructura como en sus funciones representan una respuesta a estar sometidos a condiciones fisicoquímicas diversas, y, en ocasiones, hasta antagónicas, en las distintas regiones del océano.
Estas condiciones fisicoquímicos a las que también se les llama hidrográficas, determinan la diversidad de los organismos que viven en las aguas del mar.
En aquellas zonas del océano donde las condiciones del medio, principalmente la temperatura y la salinidad, son relativamente constantes, pero extremas, el número de especies es generalmente bajo y las que toleran estas condiciones pueden aumentar notablemente en número de individuos y hacerse dominantes, por ejemplo: las grandes cantidades de bacalao que se encuentran en los mares fríos de Noruega.
Lo contrario que se observa en las zonas oceánicas donde las condiciones hidrográficas no son extremas, como en muchos mares tropicales, en los que existe mayor diversidad de especies, pero su número de individuos no alcanza grandes agregaciones, por lo que ninguna de ellas será dominante, como se observa en el Mar Caribe, donde existe una multitud tan variada de especies de peces, corales, moluscos, etcétera.
La salinidad de los océanos influye directamente en las características de estructura y funcionamiento de los organismos que viven en ellos. La composición química del agua del mar en cuanto a la cantidad de sales disueltas, es casi la misma que se presenta en los fluidos orgánicos de los seres del reino animal, ya que estos dos medios solamente estarán separados por membranas y tejidos semipermeables que permitirán la entrada y salida de agua según la cantidad de sales, fenómeno que se conoce con el nombre de intercambio osmótico.
El mantenimiento de igual concentración dentro del animal y en el medio acuático que lo rodea es condición indispensable para los seres que viven en el océano, ya que si el organismo tiene mayor concentración de sales, entrarán cantidades de agua que en un momento llegarán a sus células hasta hacerlas explotar; en caso contrario, es decir, que el medio tenga más sales, el agua saldrá del organismo, destruyéndose también sus células.
De acuerdo con este comportamiento de los organismos frente a la cantidad de sales que se encuentran en el agua se puede entender por qué los peces de agua dulce no pueden vivir en el mar y a su vez los del mar no se pueden colocar en acuarios de agua dulce. Sin embargo, existen algunas excepciones, como es el caso de las anguilas que viven en aguas dulces y van a tener sus crías al mar, y el de los salmones que viven en el océano y se reproducen en los ríos; a este tipo de peces se les llama anádromos.
El mantenimiento de una concentración igual o isotónica entre la sangre y el agua del medio se produce en estos animales marinos por la acción de los riñones, que retienen o expulsan el agua; así como de otras estructuras de osmorregulación, por ejemplo: en algunos peces, sus láminas branquiales tienen unas células capaces de producir cloro, que facilitan la incorporación de cloruros a la sangre y la elevación consiguiente de su concentración salina.
Otros organismos que viven en los océanos, como los tiburones y las rayas, tienen gran cantidad de urea en la sangre, lo que ayuda a que aumenten su salinidad y así se mantenga igual a la del mar.
Los invertebrados marinos tienen en su cuerpo, normalmente, líquidos orgánicos de igual concentración de sales que el agua del mar en la que viven, y poseen la capacidad de variar y regular su concentración salina de acuerdo con los cambios que se presentan en el agua ambiente y poblar diferentes medios marinos. En otros organismos, esta regulación no se presenta y, al cambiar el medio, tienen que emigrar, o de lo contrario mueren.
De acuerdo con estas circunstancias existen dos tipos de animales marinos: aquéllos dotados de mecanismos para regular la concentración salina de su cuerpo, de acuerdo con las características de su medio, lo que les permite acomodar las sales de sus fluidos orgánicos a las necesidades requeridas por las condiciones del agua del mar; es decir, los que resisten perfectamente los cambios de salinidad del medio, llamados eurihalinos. Estos organismos viven en las zonas de mezcla de aguas dulces con las marinas, tales como estuarios, ríos, zonas marinas próximas a las desembocaduras de los ríos, o en aquellas que, como en las lagunas litorales con comunicación precaria con el mar, la salinidad de sus aguas alcanza valores muy variados. Pueden ser ejemplo de estas especies, los ostiones entre los moluscos, las lisas y los pejerreyes entre los peces.
Otro tipo de animales marinos carecen de tales mecanismos de regulación y no pueden acomodarse a cambios de salinidad del medio; a éstos se les llama estenohalinos, y es el caso de las sardinas y de los atunes que viven en aguas oceánicas. Sin embargo, no puede hablarse, en realidad, de la existencia de especies totalmente estenohalinas, pues siempre hay un cierto grado de tolerancia a cambios. La mayoría de este tipo de animales habita normalmente en las zonas alejadas de la costa y de los lugares de mezcla con aguas dulces son en general seres pelágicos y oceánicos.
El carácter de eurihalinidad o de estenohalinidad de una especie determinada es uno de los factores que intervienen en las migraciones de los peces, bien porque las condiciones del agua en que en determinado momento viva un pez cambien, obligándole a dejarlas en busca de otras, o bien porque, sin que cambie la salinidad del agua, sea su sangre la que varíe en concentración de acuerdo con su ciclo vital, y por ello debe emigrar y buscar el medio adecuado.


Ostiones, organismos que resisten los cambios de salinidad del agua.
Cortesía de la Revista Técnica Pesquera.
La temperatura del agua del mar tiene además una influencia decisiva en la vida y por lo tanto en la distribución de los animales marinos, ya que interviene de manera directa en sus procesos fisiológicos, o sea, en su propio funcionamiento, como es el caso del metabolismo, la reproducción, etcétera. También lo hace indirectamente por la influencia que tiene la temperatura sobre otros factores del medio ambiente, como la salinidad o la concentración de gases disueltos en el agua del mar.
En cuanto a la temperatura se refiere, los organismos marinos son clasificados en dos formas diferentes, que si bien bajo ciertos aspectos coinciden, no equivalen exactamente.
La primera clasificación está en relación con la temperatura del cuerpo del animal; existen los organismos que mantienen la temperatura constante, a los que se les llama homeotermos, como es el caso de los mamíferos marinos: si en su medio aumenta o disminuye la temperatura, esto no influye en la de su cuerpo, que siempre será la misma.
Otros son los organismos de temperatura variable llamados poiquilotermos, que cambian la temperatura del cuerpo de acuerdo con las variaciones de la del agua; esto es característico de la mayoría de los peces.
La segunda clasificación es la de aquellos organismos que resisten perfectamente los cambios de temperatura en el medio ambiente, aunque sean muy amplios, los euritermos; y los que no resisten esos cambios, los estenotermos. Estos últimos no lo son en el sentido absoluto, puesto que siempre existe un cierto grado de tolerancia a dichos cambios.
Los seres que no se adaptan a los cambios de temperatura suelen ir unidos a los que no lo hacen a las variaciones de salinidad, y los que los toleran van con los que soportan cambios en la temperatura.
Aunque no sea regla absoluta, el hecho es fácil de comprender, ya que precisamente aquellas zonas marinas en las que son posibles o frecuentes los cambios de salinidad son las que simultáneamente experimentan variaciones paralelas en el régimen térmico. Por lo tanto, los animales que sí admiten cambios en la temperatura del agua suelen habitar las zonas costeras de desembocaduras de ríos o de lagunas litorales y los que no soportan dichos cambios están localizados generalmente en las áreas pelágicas u oceánicas.
En el caso de los organismos euritermos, que como es lógico pertenecen siempre al grupo de los poiquilotermos o de temperatura variable, no se presentan mecanismos de termorregulación, ni adaptaciones especiales para mantener la temperatura constante; como tampoco existen en aquellos otros animales que, perteneciendo también al grupo de los de temperatura variable, son, sin embargo, de los que no pueden soportar cambios de temperatura del medio ambiente.
Ahora bien, todos los animales marinos que presentan la temperatura de su cuerpo constante, u homeotermos, son estenotermos, como los mamíferos marinos, que para mantener su temperatura necesitan adaptaciones especiales como el mecanismo de la circulación de la sangre, el cual permite que la temperatura aumente en el interior del cuerpo por la contracción de los vasos sanguíneos, lo que hace que la sangre al circular friccione la pared del vaso produciendo calor, o disminuya por la distención de los vasos, permitiendo que la sangre circule libremente y no genere calor.
Entre estas adaptaciones se puede destacar la actividad metabólica de los organismos que interviene activamente en la regulación de la temperatura del cuerpo; por ejemplo, los atunes, que son grandes nadadores, son capaces de elevar la temperatura de su cuerpo a un nivel superior de 10º C que la de las aguas en las que nada.
También, para ayudar a conservar la temperatura constante, los organismos presentan sistemas de aislamiento del cuerpo en contacto con el agua. En los mamíferos marinos esto se produce por la existencia de grandes y gruesas capas de grasa debajo de su piel, como en la ballena; estas capas de tejido adiposo se complementan con pelajes que aíslan, de forma muy eficaz, el cuerpo del agua, sobre todo por la existencia, debajo de los pelos, de otro pelaje complementario llamado borra; esto ocurre en los pinnípedos, es decir, en las focas y morsas, en los osos blancos y en determinadas especies de nutrias que habitan en el mar.
En las aves marinas la defensa contra la irradiación del calor se verifica también gracias a la existencia de capas de grasa tanto como por la presencia conjunta de plumas y plumón, que hacen el mismo efecto en estos animales que el que realizan en los mamíferos el pelo y la borra.
En general son a estos dos factores fisicoquímicos del medio oceánico, temperatura y salinidad, a los que corresponden los cambios de estructura, funcionamiento y comportamiento de los seres que habitan los mares, y que determinan su distribución en las aguas oceánicas del planeta.